Fuente Grande
Fuente Grande es el más importante de los vestigios árabes y manantiales de Alfacar que han llegado hasta nuestros días. Este pueblo formaba parte del recorrido de la Ruta del Califato Córdoba – Granada.
Las aguas de Fuente Grande se dirigían a través de encauzamientos y acueductos hasta Granada surtiendo de agua a la Alhambra y al Albaicín. Quizás por este hecho, se convirtiera en uno de los últimos reductos musulmanes que capitularon ante los Reyes Católicos. De esta tardía capitulación del 22 de diciembre de 1491 viene su fugaz fama en la reconquista.
La forma que presenta la fuente se asemeja a una gota de agua. Está realizada con cajones de mampostería (argamasa y piedras irregulares), sillares de piedra y ladrillos reforzando la estructura.
La belleza de Fuente Grande y su entorno ha sido citada por poetas e historiadores desde la antigüedad hasta nuestros días. El más grande de los historiadores musulmanes granadinos, Ibn Al Jatib, ofrece la descripción siguiente:
«… tiene gran abundancia de agua, que se conduce por una acequia al lado del camino y disfruta de una situación maravillosa con huertos deliciosos y jardines incomparables, un clima benigno y agua muy dulce, además de unas vistas panorámicas espléndidas. Es un paisaje cubierto por mirtos, se encuentran allí palacios bien protegidos, mezquitas donde acude multitud de gente y edificios altos y fortificados.»
«… el agua viene de Alfacar donde hay una grande y hermosa fuente …»
En 1946, Pascual Madoz, en su diccionario geográfico – estadístico, se refiere a ella:
«… de la sierra de Alfacar nace la llamada Fuente Grande, de exquisitas aguas que pasan por Víznar, Alquería del Fargue y provee de agua al Albaicín, Alcazaba y otros barrios de Granada …»
El poeta Dámaso Alonso, en 1940, escribe una elegía dedicada a Federico García Lorca, que lleva el título «La Fuente Grande o de Las Lágrimas«.